Autora: Marina Testa Moreno
Me desperté, eran las 4 de la tarde. En ese momento estaba en una cama, no sabía qué hacía ahí, pero sabía que me había dado un golpe bastante fuerte, de repente apareció. Un perro blanco y con manchas marrones a dos patas me estaba gritando:
-¡Despiértate!, seguro que te vas a despertar, ¡te vas a despertar!-de repente-¡uy, se está despertando!, ¡¡bien!! Hola, me llamo Lucas.
-¿Dónde estoy?-dije yo-¿qué ha pasado?, no recuerdo nada...
Al rato empecé a recorda lo que me ocurrió:
Estaba haciendo un peluche para mi hermanastro pequeño, lo terminé, y justo ahí llamaron a la puerta, cuando abrí me encontre con un tipo alto, vestido con ropa sucia pero apuesto.
Me preguntó si teníamos algo de comer , entonces le invité a entrar, nos sentamos en el salón y le di un poco de pan, nos quedamos allí un rato hablando y riendo hasta que se hizo tarde.
Me lo agradeció de corazón y me dijo que otro día nos veríamos y me guiñó un ojo, yo le dije que si quería algo más de comer, él no me respondió y fui a por más pan, y cuando volví no había nadie.
Me hacía montones de preguntas y pensaba y pensaba, era muy raro.
Y entonces... ¡¡apareciste tú, Lucas!!, ¡saliste de mi peluche!
Me diste un vestido precioso, de color turquesa, y me dijiste que fuera a una fiesta que organizaban unos amigos, yo fui.
Allí me lo encontré otra vez al tipo ese, pero esta vez estaba arreglado con un traje verde claro, yo le pregunté cómo se llamaba pero él no me lo quiso decir así que me tuve que aguantar. Terminó la fiesta y el tipo y yo salimos fuera, entonces me guiñó un ojo y desapareció de repente. Me asusté tanto que salí de la ciudad corriendo, llegué a un pueblo desconocido, y me encontré a una abuela y le pregunté dónde estaba, de repente se lanzó hacia a mi me mordió en la frente y me desmayé.
-Y aquí me encuentro, vaya...-dije- si me lo contaran no me lo creería.
-Tranquila, ya todo ha pasado. -dijo Lucas.
Lucas me cuidó y me curó la frente y aquí se termina mi historia.
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