Autora: Clara Peral Navas
Había una vez, en la época antigua, una familia pobre formada por un
campesino, su esposa y sus tres hermosas hijas: la mayor se llamaba
Leonor, la mediana de llamaba Juliet y la menor Elisabeth. Pasó el
tiempo y las niñas se hicieron más mayores y más bellas.
Pero unos meses después de que Leonor cumpliera 15 años la madre
enfermó gravemente; lamentablemente poco después murió.
El campesino se sentía muy solo sin su esposa, para animarse fue
a buscar la cena para sus hijas y cuando llegó al bosque divisó una
luz a lo lejos. El leñador avanzó hasta ese resplandor y vio lo
inimaginable, ¡era la mujer más hermosa que había visto nunca.
-Ho..ho..hola -dijo el campesino- ¿Qué haces aquí sola en el bosque?
-Me he perdido-respondió la dama-¿Sabes dónde hay un pueblo?
-Si, pero las posadas están llenas.
-Oh ¡Qué pena! Ahora no tendré cobijo
-No puedo ofrecerle mucho... pero si quiere puede venir a mi choza
-¡Vaya! Es usted muy amable, seguramente su esposa le querrá mucho
-No, mi esposa falleció hace tiempo
-Siento mucho mi ocurrencia
-No pasa nada, vayamos a la aldea
Cuando llegaron a la aldea y las hijas vieron a la dama se quedaron
estupefactas salvo la pequeña que miraba de reojo a la mujer.
-Hola pequeñas-dijo la mujer- mi nombre es Lluvia.
-¡Hola Lluvia!-gritaron al unísono Leonor y Juliet.
-¿Quién eres tú?-exclamó Elisabeth.
-Elisabeth solamente ha venido a pasar la noche-contestó el campesino.
Pasaron los días, las semanas, los meses... Hasta que pasó un año.
La joven Elisabeth se había convertido en toda una señorita, pero
igual que ella Lluvia también.
Un buen día el campesino estaba tan contento con Lluvia que le pidió
matrimonio, ella por supuesto aceptó la proposición.
Pero pasó un tiempo y el campesino descubrió que su esposa era una
bruja que se hacía pasar por una campesina.
¡Lluvia había creado un laboratorio debajo de la cabaña!
El campesino descubrió unas luces y la trampilla, entonces bajó
y en vez de a su esposa encontró a una mujer de aspecto
repulsivo, con arrugas en la cara, una enorme verruga en la nariz
y un enorme gorro en punta.
Cuando la bruja vio al campesino le echó un maleficio y le durmió,
El encantamiento duraría hasta que la bruja desapareciera.
Elisabeth estaba en su cama llorando desconsolada cuando, de repente,
un destello entró por su ventana.
-¡Ahhh!-exclamó Elisabeth.
-No te asustes, soy Esmeralda, la ninfa del amor. He venido porque
he descubierto que mi hermana está aquí-explicó la ninfa.
-¿Lluvia es tu hermana?-preguntó Elisabeth.
-¿Lluvia? Mi hermana es muy lista, se ha inventado ese nombre, su
verdadero nombre es Zafiro.
-¿Y por qué se ha casado con mi padre?- preguntó Elisabeth
-Su objetivo en la vida antes era la paz, pero ahora se dedica a llevar
desgracias a la gente-dijo triste Zafiro.
-¿Por qué es tan cruel con las personas?-dijo Elisabeth angustiada.
-Antes Zafiro era la ninfa de la paz junto con mi hermana Diamante y
conmigo, pero un día cuando nuestro padre dividió el reino le dio a
Zafiro la parte más pequeña , pero ella quería más y más y como
no podía obtener lo que quería, transformó su bola mágica en oscuridad y
la arrojó a el lago de las pesadillas. Para colmo echó un maleficio a
nuestro padre y lo sumió en un sueño eterno-explicó Esmeralda.
-¿Lo mató?-exclamó Elisabeth.
-No, pero si el maleficio se alarga 10 años nuestro padre morirá, tú
eres la única que puede salvarlo, pero para eso debemos recoger la esfera
mágica-dijo triste la ninfa
-¡Yo la cogeré!-gritó Elisabeth.
Cuando llegaron al lago era difícil divisar aquella esfera, pero Esmeralda
sabía que Elisabeth podía verla con facilidad.
-¡Esmeralda!-gritó la niña-¡Veo la bola!.
-Elisabeth, será mejor que tú la cojas.-sugirió Esmeralda.
-De acuerdo-dijo la niña.
Elisabeth se acercó y cuando la tenía en las manos apareció Zafiro,
La malvada ninfa le intentó arrebatar la bola pero antes de hacerlo
la pequeña consiguió purificar la bola, Zafiro la tocó y quedó encerrada
en la esfera.
-¡Lo conseguí!-gritó contenta Elisabeth.
-Sabía que lo harías pequeña, ahora vámonos-dijo Esmeralda
Cuando llegaron a la cabaña estaban Diamante y su padre.
Esmeralda fue corriendo a abrazar a su familia. Después, ya que
Zafiro había desaparecido, Esmeralda le propuso a las tres niñas si
querían reemplazarlas, por supuesto las niñas aceptaron. Así fue como
unas niñas normales y corrientes se convirtieron en: LAS 3 NINFAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario