Autora: Elena García
Érase una vez un canguro pequeño que soñaba con ser boxeador profesional.
Quería ser famoso por todo el mundo, pero solo él no, también estaba la mofeta que con su olor apestoso, dejaba kao a sus contrincantes.
Todo sucedió así:
El canguro dijo:
- Tú vas a perder, mofeta apestosa.
Y le contestó la mofeta:
- Ja,ja,ja,ja,ja. Tú no puedes vencer a una mosca.
El canguro empezó a llorar por sus palabras.
El canguro le dijo al cocinero que metiera las pastillas de la alergia al pelo de mofeta.
Después vino la mofeta y le dijo al cocinero que quitara las pastillas del canguro y metiera una pastilla que ponía "débil".
Después en el ring ganó la mofeta y le dijo al canguro:
- Hice trampas pero gané.
A continuación el canguro le dijo al jefe que la mofeta había hecho trampas y que tenia pruebas. Entonces le dijo:
- Enséñamelas.
Y el canguro lo había grabado todo.
El jefe dijo:
- La mofeta ha hecho trampas- y le enseñó la grabación al público.
La moraleja de este cuento es:
Nunca hagas algo malo o te acabarán pillando.
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