Autor: Adrián Soto Medina
Esto era una noche de Halloween como todas. Los niños pidiendo caramelos, todos estaban disfrazados, hasta los padres estaban disfrazados. Fueron a la fiesta que siempre hacían en la plaza principal donde hacían un concurso de quién es el mejor disfraz. Empezaron a venir gente y gente y más gente hasta que no quedaba nadie en el pueblo, todos estaban en la plaza principal. Los cuatro mejores disfraces eran un zombie, un mago, un vampiro y un hombre lobo.
El que ganó el concurso fue el zombie y el mago se enfadó porque no había ganado, y él era un mago de verdad así que les echó un conjuro a todo el pueblo de que se convertirían en lo que estaban disfrazados. Fue una catástrofe. Murieron todos en varios días y solo quedaba el mago y al final se mató por el aburrimiento.
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