Autora: Marta Castillo Rueda
En una ciudad de Estados Unidos, exactamente Los Ángeles, vivía una familia con 10 niños:5 niñas y 5 niños.
Era la noche de Halloween y había una fiesta. Los niños estaba buscando el disfraces, las niñas se vistieron de las 5 diablesas malvadas y los niños se vistieron: uno de brujo, otro de Frankenstein, otro Drácula, otro vampiro y el último de zombie. Todos se fueron a la fiesta y había mucha gente. Todos entraron y la última persona estaba vestida de zombie, era un disfraz idéntico a un zombie.
Al final de la fiesta todos se pusieron en una fila para ver quién era cada uno de los que estaban vestidos. El último era el zombie que tenía un disfraz buenísimo,le intentaron quitar la máscara pero no podían y al final le quitaron la cabeza, se asustaron mucho y lo llevaban a la enfermería cuando se le cayeron los 2 brazos y después las 2 piernas, todos se asustaron y se fueron corriendo pero cuando salieron se encontraron a muchos vampiros y zombies, intentaron salir pero ya estaban rodeados de ellos, no podían escaparse, pero a un niño se le ocurrió que a los vampiros no le gustaban la luz, cogió una lámpara que tenía a mano y alumbró a todos los vampiros y se murieron y a los zombies se les caen las partes del cuerpo. Pensaron que podían pelear con ellos, y así fue, pelearon y los zombies quedaron en mil partes.
Después todos los niños se fueron a sus casas y los 10 niños le dijeron a su madre que no iban a ninguna fiesta el año que viene solo a pedir caramelos por las casas, la madre no entendió nada.
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