Autora: Clara Peral Navas
Todo ocurrió el día del 31 de Octubre. Yo estaba desesperada porque no
tenía disfraz para la fiesta de Halloween. El otro día mi madre dijo que me había comprado el mejor traje del mundo. Y claro, ¿cómo no iba a ir a por él enseguida? Me dijo que estaba en el tinte y yo le respondí que iría a por él.
Entonces me encaminé a la lavandería, y cuando llegué llena de ilusión
vi a un hombre con una cicatriz en vez de al lavandero que nos atiende.
Entonces me di cuenta de que el lavandero estaba en el suelo y además,
¡tenía un cuchillo clavado! El hombre con la cicatriz me dijo que le
siguiera y yo eché a correr, pero, para mi suerte, averigüé que el hombre
de la cicatríz tenía un amiguito ¿Cómo lo descubrí? Mejor no lo sepáis.
En fin, que iba caminando por la calle con un cuchillo en mi espalda,
¡Y la gente no se dio ni cuenta¡ O a lo mejor no querían ayudarme.
Bueno, la cuestión es que esos tipos me habían llevado hasta un callejón,
hasta una puerta con un diseño horroroso, tendría al menos unos 50 años.
Entonces esos monstruos me metieron dentro de la puerta y todo se me volvió borroso y caí en un profundo sueño.
Cuando desperté estaba en una especie de cuneta rodeada de monstruos,
brujas, esqueletos, momias, vampiros...¡Y todo tipo de monstruos!
Entonces un pequeño vampirito me dijo que le siguiera, yo había oído
que los vampiros pequeños no tenían colmillos así que le seguí.
El pequeñín me dijo con voz suave que me habían estado esperando todos. Yo, por supuesto, estaba aterrorizada.
El monstruo me condujo hasta una sala llena de amuletos, pergaminos,
mapas...
Entre todo aquel extraño decorado había una pantalla de madera, que aún
siendo de aquel material emitía imágenes.
En la pantalla se podía ver una casa que me resultaba familiar, y entonces
me di cuenta de que era mi casa.
Le pregunté al vampiro que por qué salía mi casa y me dijo que estaba en
“Halloween Town” Y me empezó a contar una especie de leyenda:
Hace mucho tiempo había 2 clanes, los humanos y los monstruos.
En aquellos tiempos los clanes vivíamos en armonía. Un día el
clan de los humanos pidió la guerra, pero su jefe lo negó y los integrantes
estaban tan enfadados que asesinaron a su líder, y cuenta la leyenda que
el último deseo del pobre hombre fue tener una hija.
Yo le dije al vampiro que yo no tenía padre y entonces él me dijo que
si me acordaba de los tipos que me secuestraron, yo le dije que era
imposible olvidarlo, ya que estuve muy asustada.
Él me dijo que esos hombres eran del clan de los humanos y que yo era la
hija del hombre al que mataron y que sus amigos me habían salvado de esos
dos gorilas, él me preguntó mi nombre, y yo le dije que me llamaba Sombra
El vampiro me dijo que tendría que quedarme allí para siempre, yo accedí.
Lo sé, pensaréis que si no echaré de menos a mis amigos del cole, a mi casa...
Pues no, además me prometieron que hoy mismo traerán a mi madre.
Bueno, será mejor que termine de deshacer mi maleta que hoy viene mi madre.
Adiós. Y recordad: Si queréis comprar algún disfraz el mismo día...
¡¡ Buena suerte!!
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