Zoe y José

Autora: Clara Peral Navas

Un día Zoe estaba en su casa del árbol como siempre, pero de repente...
¡un chorro de agua enorme entró por su ventana1! La chica asomó la
cabeza y vio a un niño con una pistola de agua increíblemente grande.
El niño tenía el pelo castaño y tenía pecas, pero lo más peculiar de él
eran sus enormes orejas. Lo único que hacía aquel niño era reírse a
carcajadas.
Mientras, Zoe, que estaba empapada, no paraba de gritar:
-¡Eres un estúpido, José!
Y el niño le respondía:
-¡Cállate, bruja loca! Jajajaja.

Mientras los dos niños se peleaban, una mujer les observaba desde lejos.
Aquella extraña señora vestía con ropajes muy extraños, de repente
desapareció mágicamente y volvió a aparecer en una especie de cueva,
cruzó un pasillo hasta llegar a una sala llena de pócimas, libros antiguos...
¡Era una hechicera!
La muchacha se acercó a un caldero, vertió un liquido, mezcló varios
ingredientes y recitó estos versos:

“Zoe y José no se llevan bien, pero ya veremos cómo les va después”

Al amanecer en casa de José...
José se levantó y se miró al espejo, pero cuando se vió gritó:
- !!!!Pero que está pasando¡¡¡¡- gritó ¿Zoe?
En realidad José era Zoe y lo más probable es que el cerebro de Zoe esté
en el cuerpo de José, pero... ¿cómo es posible? Un momento, esa mujer les
ha cambiado el cuerpo a los dos.

En casa de Zoe...

Zoe, o mas o menos José, tambien había descubierto su cambiazo, y
no le había gustado demasiado.
José llamó por teléfono a su casa y Zoe cogió el teléfono, le dijo que no
podia creer lo que pasaba y que tenían que colaborar para ver qué pasaba.
Los chicos quedaron en un árbol del parque para examinar este caso.

Mientras los chicos conversaban la hechicera les observaba desde lejos.

Zoe le dijo a José que tenían que llevarse bien porque tenían que trabajar
en equipo y por primera vez José estuvo de acuerdo con ella.

La hechicera vio que se llevaban mejor y entonces retiró el hechizo,
Y José y Zoe se llevaron mejor desde entonces.