Autor: Pablo Riquelme Delgado
Había una vez un niño que se compró una película, se titulaba: Los muertos vivientes 2. A esa película la nominaron a la película de más miedo. El día que se compró la peli dijo: voy a verla. La puso en el DVD, apagó la luz para que pareciera un cine. Por la noche a la hora de dormir estaba temblando mucho porque tenía mucho miedo. Al cabo de una hora se durmió. Tuvo una pesadilla, era sobre la peli.
Al día siguiente se despertó y sus padres no estaban en la casa. Salió a la calle y todos los sitios estaban llenos de sangre. Fue al quiosco y… ¡la quiosquera se había convertido en zombi! Pasó igual que en la película. El niño asustado fue corriendo a su casa. Cuando llegó se acordó que esa noche no había visto entera la peli por el miedo, así que se puso a ver el final para saber qué iba a pasar después. Al cabo de 15 minutos el niño cayó desmayado del susto. ¡Él era el único humano, todos los demás eran zombis! Salió para saber si era verdad y… ¡Sí! Era el único humano en su pueblo. Y no podía escapar del pueblo porque estaba lleno de zombis.
Fue para su casa, se acercó al portal y el ascensor estaba lleno de zombis. Los zombis vieron al niño. El niño subió rapidísimo para su casa, entró y cerró la puerta. Pero los zombis habían entrado por la terraza y había 10 en su habitación.Fue para el salón y cerró la puerta, puso un mueble al lado de la puerta para que los zombis no pudieran entrar. Los zombis se habían comido toda la comida, sobre todo la carne. Pasó un día y los zombis todavía estaban en la casa. El niño se acordó que su padre era cazador, entonces cogió la escopeta de cazador que estaba dentro de un armario. La cogió y salió del salón y mató a los diez zombis. Fue con la escopeta a la calle para robar comida pero los zombis le mordieron, convirtiéndose en uno de ellos.
Continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario