Autor: Adrián Soto Medina
Érase una vez un príncipe que tenía mala suerte. Su padre el rey era muy rico y mandó a su hijo, que era el mejor espadachín del reino, a matar al dragón de la cueva.
El príncipe estuvo entrenando con la espada durante 2 semanas. Llegó el día, era la hora de emprender rumbo a la cueva, pero antes tenía que pasar por el bosque tenebroso. Fue un largo camino, tuvo muchos retos y peligros que afrontar en el bosque tenebroso. Tuvo que matar a muchas fieras, cruzar ríos infectados de cocodrilos, escalar altas montañas.
Tardó dos días en escalar la última montaña y al fin llegó a la cueva; pero ahora vendría el reto más peligroso y difícil de todos. En la cueva tuvo que recorrer muchos túneles hasta encontrar al dragón. Se enfrentó a él y empezó ganando, después empató el dragón, después fue ganando el dragón, después empató el príncipe, así durante largas y largas horas, pero al final el príncipe ganó ¡¡¡ BIEN !!! por fin el príncipe ha ganado al dragón pero...
Al final el príncipe se dio la vuelta para irse, el dragón despertó y al príncipe mató.
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