Autora: Clara Peral
Había una vez una niña llamada Jéssica. Jessica era caprichosa y llorona. El día antes de carnaval se puso a presumir de su hermoso disfraz.
- Mi disfraz es el mejor.
- En eso tienes razón, le dijo su amiga.
- Tú siempre vas genial
- ¡Lo sé!
Pero al llegar a su casa se dio cuenta de que un grupo de polillas había entrado en su armario y se habían comido su disfraz.
Cuando Jéssica vio el disfraz hecho pedazos se puso a romper todos los libros, la cama, la lámpara, los jarrones... Y se puso a llorar.
De pronto entró su amiga a su cuarto.
- ¿Qué te pasa?
- Mira mi disfraz
- ¡Qué horror!
- Lo sé.
- Toma el mío. Ya sé que no es tan bonito, pero...
- Gracias. Verás qué contentos se van a poner mis ..
- ¡Buaaaaa!
- ¿Qué pasa?
- Que me voy a quedar sin carnaval
- Cómprate otro disfraz.
- Es que las tiendas están cerradas y mañana es carnaval.
- Nuria
- ¿Qué?
- Toma
- ¿De verdad?
- Sí. Ya encontraré otro disfraz.
- Gracias.
Al día siguiente fue carnaval y Jéssica se disfrazó de vaquera y comprendió que hay que compartir.
2 comentarios:
profe , ya se que no pega nada aqui , pero , una pregunta , que es para ti el arte?
Ay Candela, qué cosas se te ocurren a medianoche :)
Publicar un comentario