Autor: Antonio Sepúlveda
Había una vez un niño que quería un disfraz y no se lo daban.
Lloraba, pataleaba, gritaba. . .
Hasta que un día, se le ocurrió hacer una huelga de hambre. Así que hizo el plan al día siguiente.
Los padres al ver lo ocurrido llamaron al médico, pero no pudo ver lo
que le ocurría. Llamaron al psicólogo, pero tampoco supo qué era lo
que le ocurría. No sabían qué hacer hasta que se lo dijeron a la abuela.
Y ella supo qué hacer. Al día siguiente le compró un disfraz de camaleón
y dejó de hacer la huelga y estuvo todo el día comiendo.
Fin
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