Autor: Antonio Sepúlveda Zorrilla
Había una vez una ciudad disparatada, con perros que paseaban a las personas, policías atracando bancos y los ladrones intentando detenerlos, vacas volando, aviones en las carreteras y coches que volaban ... Un chico (no me acuerdo del nombre) soñaba con poder no respirar bajo el agua, porque allí sí podían. Un científico descubrió la forma de no respirar bajo el agua, pero no tenían lo suficiente para hacerlo. Necesitaban: un meteorito, una caca de nube y unos polvos de sueño. El niño encontró una caca de nube, un meteorito, pero no los polvos de sueño así que fue en su búsqueda. Viajó por llanuras y montañas, por nubes y por debajo de la tierra, pero no encontró los polvos. Encontró vacas rosas, azules, hasta una mezcla entre rosa y azul.
-¿Qué buscas viajero?- le dijo una vaca.
-Unos polvos de sueño- le contestó- ¿No los habrás visto?
-He visto unos, pero no sé si son esos- respondió la vaca- los he visto en la cima de la montaña calurosa.
El niño fue y... ¡eran los polvos! Gritó de alegría y se desprendió agua hirviendo de la cima. Y cuando le iba a alcanzar se despertó, todo había sido un sueño.
lunes, 30 de abril de 2012
El misterio del gato
Autora: Belén Barranquero Molina
Érase una vez una niña que se llamaba Menyá que iba paseando con su hermana Cecilia, hablaban de como sería la fiesta que estaban organizando para celebrar su cumpleaños. Cerraron los ojos y al abrirlos ya no estaban en el parque, se encontraban en un castillo encantado.
Había un gato al que siguieron por las escaleras del castillo. Llegaron a una puerta que el gato la traspasó sin abrirla. Ellas lo intentaron también pero no consiguieron abrirla ni traspasarla. Menyá dijo:
– Me parece que ese gato es un fantasma.
Cecilia cogió un ganchillo de su pelo, usándolo como llave consiguió abrir la puerta. En la habitación encontraron un collar con una medalla en la que había un gatito dibujado. Las dos pensaron que el gato lo estaba buscando, así que lo buscaron y se lo pusieron. Se llevaron una gran sorpresa porque el animal empezó a hablar como una persona.
Este dijo:
- He vivido aquí toda mi vida, a mis hermanos y mi madre los capturaron hace mucho tiempo y se los llevaron a un mercado de animales para venderlos. Yo me escondí y logré salvarme.
Menyá le contestó:
- No te preocupes, a partir de ahora nosotras seremos tu familia, te daremos refugio, comida y cariño.
Cecilia preguntó al gato:
– ¿Cómo has podido traspasar la puerta sin abrirla?
El gato contestó:
- Es que hay un agujero oculto que nadie lo conoce.
Cecilia comentó entonces:
- Mnos mal, creía que iba a tener un gato fantasma en la casa.
Érase una vez una niña que se llamaba Menyá que iba paseando con su hermana Cecilia, hablaban de como sería la fiesta que estaban organizando para celebrar su cumpleaños. Cerraron los ojos y al abrirlos ya no estaban en el parque, se encontraban en un castillo encantado.
Había un gato al que siguieron por las escaleras del castillo. Llegaron a una puerta que el gato la traspasó sin abrirla. Ellas lo intentaron también pero no consiguieron abrirla ni traspasarla. Menyá dijo:
– Me parece que ese gato es un fantasma.
Cecilia cogió un ganchillo de su pelo, usándolo como llave consiguió abrir la puerta. En la habitación encontraron un collar con una medalla en la que había un gatito dibujado. Las dos pensaron que el gato lo estaba buscando, así que lo buscaron y se lo pusieron. Se llevaron una gran sorpresa porque el animal empezó a hablar como una persona.
Este dijo:
- He vivido aquí toda mi vida, a mis hermanos y mi madre los capturaron hace mucho tiempo y se los llevaron a un mercado de animales para venderlos. Yo me escondí y logré salvarme.
Menyá le contestó:
- No te preocupes, a partir de ahora nosotras seremos tu familia, te daremos refugio, comida y cariño.
Cecilia preguntó al gato:
– ¿Cómo has podido traspasar la puerta sin abrirla?
El gato contestó:
- Es que hay un agujero oculto que nadie lo conoce.
Cecilia comentó entonces:
- Mnos mal, creía que iba a tener un gato fantasma en la casa.
La señora
Autor: Manuel Castillo Sancho
Una señora paseando por la calle se encontró un paraguas rojo y lo cogió.
Al cabo de diez minutos empezó a llover. Como la señora no tenía otra opción decidió abrir el paraguas. Ella, paseando tan tranquila, empezó a notar que se elevaba en el aire. Cuando estaba a diez metros del suelo pidió ayuda y un señor dio un supersalto para cogerla pero no lo consiguió. El paraguas tenía demasiada fuerza. El paraguas se enfadó y llevó a la mujer a lo alto de una nube, allí estaba un señor comiendo patatas fritas. Él le dijo a la señora que si quería patatas, ella respondió que no.
Al cabo de un rato el paraguas la llevó a lo alto de una montaña donde se veía toda la ciudad. Allí, el árbol le preguntó si quería cobijo, pero ella volvió a decir que no. Después el paraguas, ya destrozado, decidió llevarla a un restaurante. Allí la mujer se comió una lengua de codorniz y dos orejas de abuelo. Cuando salieron le dio las gracias al paraguas y todos fueron amigos.
Una señora paseando por la calle se encontró un paraguas rojo y lo cogió.
Al cabo de diez minutos empezó a llover. Como la señora no tenía otra opción decidió abrir el paraguas. Ella, paseando tan tranquila, empezó a notar que se elevaba en el aire. Cuando estaba a diez metros del suelo pidió ayuda y un señor dio un supersalto para cogerla pero no lo consiguió. El paraguas tenía demasiada fuerza. El paraguas se enfadó y llevó a la mujer a lo alto de una nube, allí estaba un señor comiendo patatas fritas. Él le dijo a la señora que si quería patatas, ella respondió que no.
Al cabo de un rato el paraguas la llevó a lo alto de una montaña donde se veía toda la ciudad. Allí, el árbol le preguntó si quería cobijo, pero ella volvió a decir que no. Después el paraguas, ya destrozado, decidió llevarla a un restaurante. Allí la mujer se comió una lengua de codorniz y dos orejas de abuelo. Cuando salieron le dio las gracias al paraguas y todos fueron amigos.
El rey tonto
Autora: Almudena Roldán Cobos
Érase una vez un rey tonto. El rey tenía miles y miles de sirvientes porque cada dia morían 10 sirvientes; el rey todos los días le decía a algún sirviente que se tirara por la ventana o cosas parecida. El rey creía que sus sirvientes eran imortales porque le decía a uno que se tirara por la ventana y al rato volvía uno clavadito.
Las personas del país decididieron llamar a su padre al que estaba a su bola les dijeron que le hiciera abrir los ojos, dijo que tenia un plan, ordenó llamar a todos sus sirvientes y les dijo que se tomaran unas vacaciones excepto uno. El rey tonto llamó a su sirviente y le dijo que se tirara por la ventana. Al rato no vino nadie y se creyó que se habían muerto. Después de un mes de sufrimiento todos sus sirvientes volvieron y le enseñaron una lección al rey tonto.
Érase una vez un rey tonto. El rey tenía miles y miles de sirvientes porque cada dia morían 10 sirvientes; el rey todos los días le decía a algún sirviente que se tirara por la ventana o cosas parecida. El rey creía que sus sirvientes eran imortales porque le decía a uno que se tirara por la ventana y al rato volvía uno clavadito.
Las personas del país decididieron llamar a su padre al que estaba a su bola les dijeron que le hiciera abrir los ojos, dijo que tenia un plan, ordenó llamar a todos sus sirvientes y les dijo que se tomaran unas vacaciones excepto uno. El rey tonto llamó a su sirviente y le dijo que se tirara por la ventana. Al rato no vino nadie y se creyó que se habían muerto. Después de un mes de sufrimiento todos sus sirvientes volvieron y le enseñaron una lección al rey tonto.
Un mundo muy raro
Autora: Marina Testa Moreno
En mi cuento había 1.000.000.000.000.001 de cosas muy raras, algunas de ellas eran estas:
Un conejo que se arrastraba, una serpiente que saltaba, un perro que decía: ¡miau, miau!; un gato que decía: ¡guau, guau!; un vampiro que salía de día, un pez sin escamas, una lagartija sin patas, una jirafa sin cuello, un jardín sin hierba, un niño que era una niña y una niña que era un niño. También había un tenista sin raqueta, un médico sin tener a nadie que operar, una calculadora sin números, un ordenador de bolsillo, una chaqueta de tirantes, una radio sin voz, un reloj sin agujas, un CD sin contenido, un sofá de hierro, una televisión sin mando. Y además había comida sin sabor, una lengua sin papilas gustativas, una canasta sin aro, un ordenador sin teclado, una cama con pinchos, una llama sin fuego, un mundo sin color, cuadros sin pintura, un armario sin puertas, una pelota de tenis blandita, una de goma-espuma muy dura y la wii sin juegos.
Hay MUCHAS MÁS, pero si te cuento todas nunca acabaremos.
En mi cuento había 1.000.000.000.000.001 de cosas muy raras, algunas de ellas eran estas:
Un conejo que se arrastraba, una serpiente que saltaba, un perro que decía: ¡miau, miau!; un gato que decía: ¡guau, guau!; un vampiro que salía de día, un pez sin escamas, una lagartija sin patas, una jirafa sin cuello, un jardín sin hierba, un niño que era una niña y una niña que era un niño. También había un tenista sin raqueta, un médico sin tener a nadie que operar, una calculadora sin números, un ordenador de bolsillo, una chaqueta de tirantes, una radio sin voz, un reloj sin agujas, un CD sin contenido, un sofá de hierro, una televisión sin mando. Y además había comida sin sabor, una lengua sin papilas gustativas, una canasta sin aro, un ordenador sin teclado, una cama con pinchos, una llama sin fuego, un mundo sin color, cuadros sin pintura, un armario sin puertas, una pelota de tenis blandita, una de goma-espuma muy dura y la wii sin juegos.
Hay MUCHAS MÁS, pero si te cuento todas nunca acabaremos.
Disparates
Autora: Elena García Barranco
Había una vez un ciego
que estaba leyendo un libro cerrado.
Tres pajaritos muertos
revoloteaban en un río seco,
un sordo escuchando música,
me fui a mi casa
apagué la puerta, cerré la luz
puse la ropa en la cama
y me colgué en la percha.
Mi hermana se durmió en la ducha
y en cuanto se despertó
se duchó en mi cuarto.
Confundió un calcetín con una manopla
y se la llevó a la calle.
Después hizo la mesa
y puso la cama,
bebió los dientes
y se lavó el agua,
yo fui a tirar la ropa
y a guardar la basura.
Me puse a ver los deberes
y a hacer la televisión
mi madre hizo los cuadros
y desempolvó la comida.
Mi padre arrancó las plantas,
y regó el coche.
Mi padre quiso ver un bolígrafo.
Y escribir con una película.
ASÍ TERMINA MI HISTORIA.
que estaba leyendo un libro cerrado.
Tres pajaritos muertos
revoloteaban en un río seco,
un sordo escuchando música,
me fui a mi casa
apagué la puerta, cerré la luz
puse la ropa en la cama
y me colgué en la percha.
Mi hermana se durmió en la ducha
y en cuanto se despertó
se duchó en mi cuarto.
Confundió un calcetín con una manopla
y se la llevó a la calle.
Después hizo la mesa
y puso la cama,
bebió los dientes
y se lavó el agua,
yo fui a tirar la ropa
y a guardar la basura.
Me puse a ver los deberes
y a hacer la televisión
mi madre hizo los cuadros
y desempolvó la comida.
Mi padre arrancó las plantas,
y regó el coche.
Mi padre quiso ver un bolígrafo.
Y escribir con una película.
ASÍ TERMINA MI HISTORIA.
domingo, 29 de abril de 2012
viernes, 27 de abril de 2012
Vídeos en Rimavera 2
Peleas en la cocina
Autora: Liliana Cristina Cinetto
Recita: Daniel J. Vega Herrero
La jirafa Rafaela
Autora: Carmen Gil
Recita: Elena García Barranco
Recita: Almudena Roldán Cobos
La Bella Durmiente (Insomnio)
Autor: Reinaldo Jiménez
Recitan: Ana Gómez, Carmen Ariza, Adrián Soto, Ana Belén Gálvez, Antonio Sepúlveda, Pablo Riquelme y José Moreno
¿Un nene o un balón?
Autora: Mar Pavón
Recita: Manuel Castillo Sancho
El sapo verde
Autora: Carmen Gil
Recita: Lucía Díaz Pérez
El viento de otoño
Autor: Carmen Gil
Recita: Alejandro Pascual Mellado
La paloma
Autor: Rafael Alberti
Recita: Marta Castillo Rueda
El abuelo botarate
Autor: Juan Guinea
Recita: Marina Testa Moreno
Caballito de cartón
Autor: Antonio Machado
Recita: Ana Gómez Sierra
Peter Pan (un mundo verde)
Autora: Carmen Gil
Recita: María Cortés Parada
Rimavereando
Estas son las poesías que escribísteis para Rimavera 2
El naranjo en flor
Autora: Andrea Rodríguez Reina
Ha llegado la primavera,
los pájaros a volar,
las flores florecen,
el viento y el mar.
Me asomo a la ventana,
el aire en la cara me da,
qué bien huelo,
al olor a azahar.
El día es más largo,
qué alegría me da,
pensando que tengo
más tiempo para jugar.
El regalito
Autor: Daniel J. Vega Herrero
Un regalito
me iba a comprar
pero de tanto rogar
mi padre me lo va a regalar.
No soy obediente,
cabezón...¡sí!
Lo que me van a regalar
es la camiseta del Madrid.
Loro
Autor: Antonio Sepúlveda Zorrilla
Mi vecina tiene un loro,
aunque es un poco bobo.
Tiene una amiga...
¡que es muy femenina!
Juegan en el parque,
aunque corra poco aire.
Los demás loros se divierten,
y ellos siempre se lo pierden.
Mi vecina tiene un loro,
y es un poco bobo.
Tiene una amiga...
¡muy femenina!
Los deberes
Autora: Ana Belén Gálvez Domínguez
Los deberes no me gustan,
son un rollo,
los deberes me agotan,
qué rollo, no lo soporto,
toda la tarde sin parar
haciendo y haciendo,
me muero de aburrimiento.
No me gusta lengua,
no me gusta cono...
pero...tienen algunas cosas buenas.
Bueno aquí abandono
que si no me enrollo.
Al pensar
Autora: Ana Gómez Sierra
Me gusta imaginar,
que vuelvo a ser una niña
para reír sin parar
y jugar con mis amigas.
Ahora que he crecido,
os quiero decir:
pasado ha sido,
futuro a descubrir.
Mi poeta preferido,
Juan Ramón Jiménez.
Mi pasatiempo favorito,
pensar en mi niñez.
Pensar en lo que he escrito,
y en lo que escribiré.
Así me despido...
pensando en él.
Mi familia
Autora: Belén Barranquero Molina
Me gusta mi madre
me gusta mi tía
me gusta mi abuela.
También quiero a mi padre
a mi prima Sofía
y me encanta mi amiga Daniela.
Esta es mi querida familia
sin contar a mi prima Cecilia.
Jardín de la Abadía
Autora: Úrsula Mª Luque Flores
Vivo en el Jardín de la Abadía
mi barrio es humilde
pero con mucha alegría.
Tiene de todo, colegios e instituto.
Tenemos muy cerca la playa
y el centro también.
La estación de autobuses,
y el AVE después.
Por eso me gusta mi barrio
con su parroquia "Ntra.Sra. de la Paz".
Y cuando vamos nos llenamos
de felicidad y tranquilidad.
Mis gustos
Autora: María Cortés Parada
Yo odio mi casa,
yo odio mi cama.
Yo odio todo
lo que me encanta.
Odio cantar,
odio bailar.
Odio lo que sea jugar.
Mi casa es grande,
mi cama es blanda.
Y eso es todo
lo que me encanta
¿Qué hago?
Autora: Carmen Ariza Buforn
No quiero escribir.
No quiero pensar.
De aquí deseo irme,
pero no puedo parar.
Por las venas llevo ritmo,
en el corazón ideas,
en mis manos rapidez.
¿Qué hago si soy un as?
Enfado
Autora: Carmen Ariza Buforn
Enfadada con el mundo,
enfadada contigo.
No te preocupes por mí,
buscaré otro amigo.
Me decepcionaste.
No te perdonaré.
Y aunque lo haga,
tranquila, no suplicaré.
Mi vaca
Autora: Ana Belén Gálvez Domínguez
Rima y rimavera
por eso rimo
en primavera
y mi vaca Paca
¿Cómo estará?
Porque en primavera
le entra la gripe A
y a la pobre vaca
le sienta muy mal.
Y por culpa del polen
no para de estornudar.
Los periquitos de la abuela
Autor: Adrián Soto Medina
Uno es azul como el cielo,
otro verde como la pradera,
son dos periquitos
los de la abuela.
Los periquitos de la abuela
son los más bonitos,
con plumas muy suaves
y pico redondito.
Bandolera
Autor: Alejandro Pascual Mellado
Bandolera ladrona,
que alumbras la noche,
y acabas el día.
La luz se le acaba,
porque tú se la robas.
Bandolera ladrona,
que alumbras la noche,
y acabas el día.
Luna ladrona,
que al sol embobas
y su luz le robas.
Luz del día,
luz de la noche.
Bandolera ladrona,
“que tú se la robas”.
La hiena que no reía
Autor: Alejandro Pascual Mellado
Habia una vez
una hiena,
que no reía.
Los elefantes
se reían,
los leones
se reían,
las hienas
se partían.
Pero ella no reia.
Las ciudades de Andalucía
Autor: Alejandro Pascual Mellado
Hermanas todas
las ciudades andaluzas,
que van enamorando
a la gente que
de turismo vienen
y quedarse a vivir quieren.
Hermanas todas
las ciudades andaluzas.
Mi amiga enamorada
Autora: Carmen Ariza Buforn
Tengo una amiga
que está enamorada
y si de él le hablan
se pone colorada.
Tengo una amiga
que le gusta un niño
un montón lo aprecia
y le tiene cariño.
Yo les deseo suerte
y un gran besito
a mi amiga
y a su tortolito.
Y yo en qué pienso
Autora: Candela Roji Ojeda
Siempre que duermo
pienso en tí.
Cada vez que juego
pienso en tí
Siempre que río
pienso en tí.
Cada vez que hace frio
pienso en tí.
Siempre que suspiro
pienso en tí.
Cada vez que respiro
pienso en tí.
Si cada vez que respiro pienso en tí
¿hay algún momento en el que no piense en ti?
Romance de la niña coja
Autora: Belén Barranquero Molina
Me andaba todo el camino,
subía todas las cuestas
y cuando llegaba arriba,
no estaban las llaves puestas.
Me tiraba de los pelos,
me daba de bofetadas
y volvía a bajar la cuesta,
sin nadie que me ayudara.
Los deberes
Autora: Belén Barranquero Molina
Los deberes son aburridos
los deberes no es lo mío
me gusta hacerlos contigo
y también con mi tío.
Prefiero dibujar y colorear
me encanta divertirme a tope
disfruto al cantar y bailar
y jugar con mi amigo Pepote.
Una historia muy rara
Autor: Pablo Riquelme Delgado
Érase una vez un caballo
pero no era un caballo cualquiera.
Tenía una boca en el ojo
que es muy asqueroso.
Bueno y eso qué importa
decía el Gran oso.
Pues la verdad es que no sé
decía dudosamente el café.
Bueno felizmente adiós
digo alegremente yo.
Los días locos
Autor: Diego Ruano Cano
Un día empecé a hablar
porque tomé champán.
Un rato a cantar
hasta que tocaron las campanás.
Y el último día me puse rojo
porque me salpiqué en un ojo.
Y acabo esta poesía
con mucha alegría.
Un monstruo terrible
Autora: Marina Testa Moreno
El cielo es muy azul,
el mar también lo es.
Cuando enciendo la luz
se ve muy bien qué es.
Algo supermisterioso
se esconde debajo.
De la cama, estoy hablando,
de un monstruo tan terrible.
Al mismísimo Superman
se le caerían los calzones.
Porque le daría miedo
una cosa tan horrible.
Miedo
Autor: José Moreno Cortés
Para vencer mi miedo
pienso en algo bueno,
si pienso en cosas malas
no me gusta nada,
no venzo mi miedo
y me da el canguelo.
Y para que no me persiga el miedo
voy a la iglesia a rezar el credo.
Soñar en colores
Autora: Almudena Roldán Cobos
Sueño con mi casa,
toda colorida.
Veo en mi cuarto,
estampados por todos lados.
Miro en mi escondite,
todo pintado de arcoiris.
Me voy al salón,
¡y menudo follón!
Las paredes están
llenas de pintura.
Qué sueño más raro
o qué pesadilla más rara.
Decidid vosotros.
Mi sueño
Autora: Almudena Roldán Cobos
Mi sueño quiero que así sea.
Pensé, pensé y repensé
pero nunca lo soñé.
Quiero soñar el sueño
de mis sueños,
pero nunca lo soñé.
Pensé, pensé y repensé
y loca de remate me quedé.
Un raro romance
Autora: Lucía Díaz Pérez
La niña dormía
feliz en su cama,
y mientras dormía...
¡hablaba!
Cuando hablaba decía:
-¡No, no me dejes!
Pero la gente no la entendía.
Resulta que la niña,
hablaba de su amor,
que cuando era pequeña
la dejó, y peor, la plantó.
Ella aún sigue pensando en él,
aunque sea de noche,
o aunque sea de día.
Él se ha olvidado ya de ella,
ni la quiere ni la mira.
Ella llora todas las noches.
Él piensa en motos y coches.
Una noche él soñó con ella.
Y ella que tenía que olvidarle.
A la mañana siguiente,
él le llevó muchas flores.
Y ella pasó de él felizmente.
Luego ella se volvió a enamorar,
¡y felices fueron por siempre jamás!
Historia
Autora: Marta Castillo Rueda
Ayer me contaron una historia,
una historia de plantas y animales
donde había una noria
en mitad de los mares.
A todos le sale
una canción de alegría,
también unos bailes
con una poesía.
Quisiera ser
Autora: Elena García Barranco
Quisiera ser jardinero
pero hay algo malo en ello.
Podré ser granjero
aunque te vomiten los camellos.
Mejor lo dejamos para luego.
Una vez tuve un sueño
y es que era enfermero
podría ser mi........
Aunque ahora que lo pienso
¿no hay que estudiar mucho para eso?
Paso por completo.
¿Cuál será mi trabajo perfecto?
le pregunté a la gente.
Mi madre me dijo
que me tenía que esforzar
para llegar a un trabajo de verdad.
Después le pregunte a mi padre
y me dijo "No protestes más".
Pero así soy yo,
sin ganas de trabajar
ni de estudiar.
He de acabar ya pues la poesía
no debe llegar a más.
Puede que encuentre mi trabajo DE VERDAD
pero claro está que será
difícil de encontrar.
Para rimar
Autora: Elena García Barranco
Para rimar
solo hay que buscar
las palabras ocultas
que hay entre tu mente.
Coge una, acuérdate
y cópiala en tu papel,
es fácil de hacer.
No seas vago,
coge lápiz y papel
y empieza a rimar
de una vez.
¡ANIMAOS!
El humo y el ganso
Autor: Pablo Riquelme Delgado
El tren echa humo blanco
un humo que llega a su fin.
Se va a chocar con un ganso
que va a comprar un pin.
El humo ya se ha chocado
y el ganso se ha revoloteado.
El humo se ha estropeado
y el ganso le ha echado una mano.
El pequeño ganso le ha ayudado.
El humo le ha agradecido
con un buen cumplido.
¿Primavera o Rimavera?
Autora: Lucía Díaz Pérez
El día 21 de Marzo empieza la primavera,
y este año el 14 de Abril empezó rimavera.
En primavera se va al campo,
y se juega en la acera.
En cambio en rimavera...
¡hay poemas por doquier!,
pues de eso se trata, de pasárselo bien.
Tenemos hasta el 25 de este mes...
para entregar los poemas,
y al que no le de tiempo,
se ha quedado fuera.
Lo siento mucho,
tengo que acabar,
pues de ocho versos
me puedo pasar.
Me despido y me voy,
ya no alargo más,
como no lo deje,
no voy a terminar.
Bueno,
dejadme ya de hablar,
pues estoy harta,
de escribir pa' na'.
Ya no hablo más,
me voy a morir,
pues está llegando,
mi duro fin.
Los piratas
Autora: Clara Peral Navas
Yo siempre he soñado con ser un gran pirata
para navegar sin rumbo y tener solo una pata.
Y también me gustaría ser una sirena,
así podría ver la playa y su dorada arena.
Muchas veces he querido surcar los siete mares
y poder conocer millones de lugares.
Y por supuesto me gustaría tener un bonito loro
de color verde, azul, rosa... ¡incluso rojo!
Yo siempre he soñado con ser un gran pirata
y llevarme a mi casa rubíes de color escarlata.
La playa en verano
Autora: Lucía Díaz Pérez
Ayer por la mañana me fui a la playa y...
¡Vaya sorpresa la mía!
La playa estaba desierta aquella mañana.
Yo pensé que era muy temprano,
porque era demasiado raro.
También pensé que ya estaban hartos,
porque estuvieron en ella todo Marzo.
Yo también estuve,
pero no estaba tan harta.
Luego pensé,
¡Qué suerte la mía,
no me molestan ni pizquita,
la playa es toda mía!
Cuando llegó la hora de irse,
me puse a llorar,
pues la gente no me estorbaba "pa ná".
Mi madre intentó convencerme,
pero no lo conseguía,
y como mi padre lo veía me decía:
-¡Vámonos o no comes!.
Pero aún así,
del agua no salía.
Entonces mi hermano me dijo:
-¡O nos vamos o juegas conmigo!.
De repente salí del agua,
mi madre se quedó de piedra,
y mi padre se volvió agua.
Me gusta
Autora: Lucía Díaz Pérez
Me gusta la vida,
me gusta el Sol,
me gusta la orilla de tu adiós.
Ahora estoy soñando,
en un sueño profundo caí,
la marea alta me ha llevado
al lugar donde nací.
En un momento estoy rimando,
pues una estrella me ayudó,
mas ahora estoy pensando
en los primero ojos que vi,
que fueron los tuyos,
¡madre regresa a mí!
El naranjo en flor
Ha llegado la primavera,
los pájaros a volar,
las flores florecen,
el viento y el mar.
Me asomo a la ventana,
el aire en la cara me da,
qué bien huelo,
al olor a azahar.
El día es más largo,
qué alegría me da,
pensando que tengo
más tiempo para jugar.
El regalito
Un regalito
me iba a comprar
pero de tanto rogar
mi padre me lo va a regalar.
No soy obediente,
cabezón...¡sí!
Lo que me van a regalar
es la camiseta del Madrid.
Loro
Mi vecina tiene un loro,
aunque es un poco bobo.
Tiene una amiga...
¡que es muy femenina!
Juegan en el parque,
aunque corra poco aire.
Los demás loros se divierten,
y ellos siempre se lo pierden.
Mi vecina tiene un loro,
y es un poco bobo.
Tiene una amiga...
¡muy femenina!
Los deberes
Los deberes no me gustan,
son un rollo,
los deberes me agotan,
qué rollo, no lo soporto,
toda la tarde sin parar
haciendo y haciendo,
me muero de aburrimiento.
No me gusta lengua,
no me gusta cono...
pero...tienen algunas cosas buenas.
Bueno aquí abandono
que si no me enrollo.
Al pensar
Me gusta imaginar,
que vuelvo a ser una niña
para reír sin parar
y jugar con mis amigas.
Ahora que he crecido,
os quiero decir:
pasado ha sido,
futuro a descubrir.
Mi poeta preferido,
Juan Ramón Jiménez.
Mi pasatiempo favorito,
pensar en mi niñez.
Pensar en lo que he escrito,
y en lo que escribiré.
Así me despido...
pensando en él.
Mi familia
Me gusta mi madre
me gusta mi tía
me gusta mi abuela.
También quiero a mi padre
a mi prima Sofía
y me encanta mi amiga Daniela.
Esta es mi querida familia
sin contar a mi prima Cecilia.
Jardín de la Abadía
Vivo en el Jardín de la Abadía
mi barrio es humilde
pero con mucha alegría.
Tiene de todo, colegios e instituto.
Tenemos muy cerca la playa
y el centro también.
La estación de autobuses,
y el AVE después.
Por eso me gusta mi barrio
con su parroquia "Ntra.Sra. de la Paz".
Y cuando vamos nos llenamos
de felicidad y tranquilidad.
Mis gustos
Yo odio mi casa,
yo odio mi cama.
Yo odio todo
lo que me encanta.
Odio cantar,
odio bailar.
Odio lo que sea jugar.
Mi casa es grande,
mi cama es blanda.
Y eso es todo
lo que me encanta
¿Qué hago?
No quiero escribir.
No quiero pensar.
De aquí deseo irme,
pero no puedo parar.
Por las venas llevo ritmo,
en el corazón ideas,
en mis manos rapidez.
¿Qué hago si soy un as?
Enfado
Enfadada con el mundo,
enfadada contigo.
No te preocupes por mí,
buscaré otro amigo.
Me decepcionaste.
No te perdonaré.
Y aunque lo haga,
tranquila, no suplicaré.
Mi vaca
Rima y rimavera
por eso rimo
en primavera
y mi vaca Paca
¿Cómo estará?
Porque en primavera
le entra la gripe A
y a la pobre vaca
le sienta muy mal.
Y por culpa del polen
no para de estornudar.
Los periquitos de la abuela
Uno es azul como el cielo,
otro verde como la pradera,
son dos periquitos
los de la abuela.
Los periquitos de la abuela
son los más bonitos,
con plumas muy suaves
y pico redondito.
Bandolera
Bandolera ladrona,
que alumbras la noche,
y acabas el día.
La luz se le acaba,
porque tú se la robas.
Bandolera ladrona,
que alumbras la noche,
y acabas el día.
Luna ladrona,
que al sol embobas
y su luz le robas.
Luz del día,
luz de la noche.
Bandolera ladrona,
“que tú se la robas”.
La hiena que no reía
Habia una vez
una hiena,
que no reía.
Los elefantes
se reían,
los leones
se reían,
las hienas
se partían.
Pero ella no reia.
Las ciudades de Andalucía
Hermanas todas
las ciudades andaluzas,
que van enamorando
a la gente que
de turismo vienen
y quedarse a vivir quieren.
Hermanas todas
las ciudades andaluzas.
Mi amiga enamorada
Tengo una amiga
que está enamorada
y si de él le hablan
se pone colorada.
Tengo una amiga
que le gusta un niño
un montón lo aprecia
y le tiene cariño.
Yo les deseo suerte
y un gran besito
a mi amiga
y a su tortolito.
Y yo en qué pienso
Siempre que duermo
pienso en tí.
Cada vez que juego
pienso en tí
Siempre que río
pienso en tí.
Cada vez que hace frio
pienso en tí.
Siempre que suspiro
pienso en tí.
Cada vez que respiro
pienso en tí.
Si cada vez que respiro pienso en tí
¿hay algún momento en el que no piense en ti?
Romance de la niña coja
Me andaba todo el camino,
subía todas las cuestas
y cuando llegaba arriba,
no estaban las llaves puestas.
Me tiraba de los pelos,
me daba de bofetadas
y volvía a bajar la cuesta,
sin nadie que me ayudara.
Los deberes
Los deberes son aburridos
los deberes no es lo mío
me gusta hacerlos contigo
y también con mi tío.
Prefiero dibujar y colorear
me encanta divertirme a tope
disfruto al cantar y bailar
y jugar con mi amigo Pepote.
Una historia muy rara
Érase una vez un caballo
pero no era un caballo cualquiera.
Tenía una boca en el ojo
que es muy asqueroso.
Bueno y eso qué importa
decía el Gran oso.
Pues la verdad es que no sé
decía dudosamente el café.
Bueno felizmente adiós
digo alegremente yo.
Los días locos
Un día empecé a hablar
porque tomé champán.
Un rato a cantar
hasta que tocaron las campanás.
Y el último día me puse rojo
porque me salpiqué en un ojo.
Y acabo esta poesía
con mucha alegría.
Un monstruo terrible
El cielo es muy azul,
el mar también lo es.
Cuando enciendo la luz
se ve muy bien qué es.
Algo supermisterioso
se esconde debajo.
De la cama, estoy hablando,
de un monstruo tan terrible.
Al mismísimo Superman
se le caerían los calzones.
Porque le daría miedo
una cosa tan horrible.
Miedo
Para vencer mi miedo
pienso en algo bueno,
si pienso en cosas malas
no me gusta nada,
no venzo mi miedo
y me da el canguelo.
Y para que no me persiga el miedo
voy a la iglesia a rezar el credo.
Soñar en colores
Sueño con mi casa,
toda colorida.
Veo en mi cuarto,
estampados por todos lados.
Miro en mi escondite,
todo pintado de arcoiris.
Me voy al salón,
¡y menudo follón!
Las paredes están
llenas de pintura.
Qué sueño más raro
o qué pesadilla más rara.
Decidid vosotros.
Mi sueño
Mi sueño quiero que así sea.
Pensé, pensé y repensé
pero nunca lo soñé.
Quiero soñar el sueño
de mis sueños,
pero nunca lo soñé.
Pensé, pensé y repensé
y loca de remate me quedé.
Un raro romance
La niña dormía
feliz en su cama,
y mientras dormía...
¡hablaba!
Cuando hablaba decía:
-¡No, no me dejes!
Pero la gente no la entendía.
Resulta que la niña,
hablaba de su amor,
que cuando era pequeña
la dejó, y peor, la plantó.
Ella aún sigue pensando en él,
aunque sea de noche,
o aunque sea de día.
Él se ha olvidado ya de ella,
ni la quiere ni la mira.
Ella llora todas las noches.
Él piensa en motos y coches.
Una noche él soñó con ella.
Y ella que tenía que olvidarle.
A la mañana siguiente,
él le llevó muchas flores.
Y ella pasó de él felizmente.
Luego ella se volvió a enamorar,
¡y felices fueron por siempre jamás!
Historia
Ayer me contaron una historia,
una historia de plantas y animales
donde había una noria
en mitad de los mares.
A todos le sale
una canción de alegría,
también unos bailes
con una poesía.
Quisiera ser
Quisiera ser jardinero
pero hay algo malo en ello.
Podré ser granjero
aunque te vomiten los camellos.
Mejor lo dejamos para luego.
Una vez tuve un sueño
y es que era enfermero
podría ser mi........
Aunque ahora que lo pienso
¿no hay que estudiar mucho para eso?
Paso por completo.
¿Cuál será mi trabajo perfecto?
le pregunté a la gente.
Mi madre me dijo
que me tenía que esforzar
para llegar a un trabajo de verdad.
Después le pregunte a mi padre
y me dijo "No protestes más".
Pero así soy yo,
sin ganas de trabajar
ni de estudiar.
He de acabar ya pues la poesía
no debe llegar a más.
Puede que encuentre mi trabajo DE VERDAD
pero claro está que será
difícil de encontrar.
Para rimar
Para rimar
solo hay que buscar
las palabras ocultas
que hay entre tu mente.
Coge una, acuérdate
y cópiala en tu papel,
es fácil de hacer.
No seas vago,
coge lápiz y papel
y empieza a rimar
de una vez.
¡ANIMAOS!
El humo y el ganso
El tren echa humo blanco
un humo que llega a su fin.
Se va a chocar con un ganso
que va a comprar un pin.
El humo ya se ha chocado
y el ganso se ha revoloteado.
El humo se ha estropeado
y el ganso le ha echado una mano.
El pequeño ganso le ha ayudado.
El humo le ha agradecido
con un buen cumplido.
¿Primavera o Rimavera?
El día 21 de Marzo empieza la primavera,
y este año el 14 de Abril empezó rimavera.
En primavera se va al campo,
y se juega en la acera.
En cambio en rimavera...
¡hay poemas por doquier!,
pues de eso se trata, de pasárselo bien.
Tenemos hasta el 25 de este mes...
para entregar los poemas,
y al que no le de tiempo,
se ha quedado fuera.
Lo siento mucho,
tengo que acabar,
pues de ocho versos
me puedo pasar.
Me despido y me voy,
ya no alargo más,
como no lo deje,
no voy a terminar.
Bueno,
dejadme ya de hablar,
pues estoy harta,
de escribir pa' na'.
Ya no hablo más,
me voy a morir,
pues está llegando,
mi duro fin.
Los piratas
Yo siempre he soñado con ser un gran pirata
para navegar sin rumbo y tener solo una pata.
Y también me gustaría ser una sirena,
así podría ver la playa y su dorada arena.
Muchas veces he querido surcar los siete mares
y poder conocer millones de lugares.
Y por supuesto me gustaría tener un bonito loro
de color verde, azul, rosa... ¡incluso rojo!
Yo siempre he soñado con ser un gran pirata
y llevarme a mi casa rubíes de color escarlata.
La playa en verano
Ayer por la mañana me fui a la playa y...
¡Vaya sorpresa la mía!
La playa estaba desierta aquella mañana.
Yo pensé que era muy temprano,
porque era demasiado raro.
También pensé que ya estaban hartos,
porque estuvieron en ella todo Marzo.
Yo también estuve,
pero no estaba tan harta.
Luego pensé,
¡Qué suerte la mía,
no me molestan ni pizquita,
la playa es toda mía!
Cuando llegó la hora de irse,
me puse a llorar,
pues la gente no me estorbaba "pa ná".
Mi madre intentó convencerme,
pero no lo conseguía,
y como mi padre lo veía me decía:
-¡Vámonos o no comes!.
Pero aún así,
del agua no salía.
Entonces mi hermano me dijo:
-¡O nos vamos o juegas conmigo!.
De repente salí del agua,
mi madre se quedó de piedra,
y mi padre se volvió agua.
Me gusta
Me gusta la vida,
me gusta el Sol,
me gusta la orilla de tu adiós.
Ahora estoy soñando,
en un sueño profundo caí,
la marea alta me ha llevado
al lugar donde nací.
En un momento estoy rimando,
pues una estrella me ayudó,
mas ahora estoy pensando
en los primero ojos que vi,
que fueron los tuyos,
¡madre regresa a mí!
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