Autor: Pepe Moreno
Había una vez un niño llamado Carlos, que adoraba su monopatín, jugaba y jugaba siempre con él. Pero lo malo era que se caía una y otra vez , su sueño era ser un profesional del monopatín, aunque se caía mucho estaba dispuesto a entrenar y a entrenar hasta que le saliera bien.
Lleg el día en que se celebraba el último concurso de monopatines del año, Carlos entusiasmado se apuntó para ganar la medalla de oro.
Empezó el concurso, la primera ronda era a ver quien hacía mejor un ollie, a Carlos le salio tan bien que hasta pasó a la segunda ronda.
La segunda ronda consistía en hacer el mejor nollie, era un reto muy difícil para Carlos, pero aún así pasó a la semifinal. Esta ronda era mucho más difícil había que hacer un flip, y Carlos tenía un tembleque tremendo porque estaba en la semifinal.
Pensaba que no llegaría a la final, pero lo que pasó fue muy diferente, ya que hizo un flip que dejó a todo el mundo sin aliento. Pasó a la final, no se lo creía ni él mismo.
La final era totalmente difícil había que hacer un X360, Carlos nunca había conseguido hacer ese truco pero como estaba en un concurso lo intentaría con todas sus ganas. El contrincante era un experto en hacer ese truco, pero cuando llegó su turno le salió fatal y Carlos, para sorpresa de todos, hizo un X360 perfecto y ganó el concurso.
Por fin Carlos había logrado alcanzar su sueño: ya era un profesional del monopatín. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
4 comentarios:
Elena dijo se parece a ti Pepe.
Sí Elena tienes razón, se parece a mí un poco
los trucos los has sacado de un anuncio
Se te parece a tí, Pepe
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