Autor: Daniel J. Vega
Ya sabréis que el trineo de Santa es muy especial, porque sin él Nochebuena no tendría gracia.
Yo soy el nieto de Santa y el año pasado ocurrió una tragedia:
Era el 20 de Diciembre, en el POLO NORTE, ya hacían las pruebas del trineo mágico. Mientras volaban, el patín se les rompió y no volaba.
Mi abuelo me dijo:
-¡Ay! Nieto mio ¿qué puedo hacer? ¿Cómo puedo llevar 7.000.000 de regalos en una noche sin trineo?
-Pó arréglalo- dijo Magma el Elfo.
-No, pequeño elfo- dijo mi abuelo.
-¿Y por qué no?- dijo Magma.
-Porque nos falta un reno.
-¿Y Rudolf?- dije.
-Qué listo, pequeño Nico, pero está de vacaciones- dijo mi abuelo.
Buscaron y buscaron hasta que lo encontraron en MIAMI BEACH tomando el sol en una hamaca y así se salvó la Navidad.
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