Autora: Candela Roji
Érase una vez una bruja llamada Piruleta a la que no le gustaba Halloween, entonces un día se le ocurrió hacer un hechizo para que no existiera. Lo que no le gustaba de esa fiesta eran los monstruos porque su amiga Golosina le había dicho que asustaban a las brujas.
En cuanto hizo el hechizo el calendario cambió, ya no había 31 de octubre.
Pero cuando el tiempo paso y pasó y pasó cada día, cada minuto, cada segundo, Piruleta se arrepentía, ya era 29 de octubre.
Un día iba paseando a su murciélago mascota y se encontró a su amiga Golosina:
- Hola Golosina , ¿qué tal?
- Hola, muy bien, ¿y tú?
- Bien , pero un poco deprimida.
- ¿Por qué?
- Me arrepiento de haber hecho el hechizo contra Halloween.
- Ah, ¿lo hiciste tu?
- Sí, fue por lo que me dijiste, lo de los monstruos, ya sabes...
- Ah, me equivoqué al decirte que los monstruos son malos, son muy amigos de las brujas y no hacen nada.
- Me voy coriendo, lo voy a deshacer.
- Me voy contigo, espérame.
Lo intentaron dos veces pero nada, así que se pusieron a llorar. Miraron el libro de conjuros y hechizos y descubrieron que le flataba un diente de un niño.
Fueron al mundo de los humanos, un poco asustadas, y fueron a casa de un niño llamado Leo, él se asustó un poco pero al final conversaron:
- Hola, soy la bruja Piruleta.
-(Bastante asustado) Hola, me llamo Leo.
- Venimos a por tu diente.
- Ah, pues justo hoy se me cayó uno.
- Bueno adiós, pareces un chico muy simpático pero no podemos entretenernos, nos vamos. (las brujas se alejan)
- Espera ¿para qué lo querías...?
Vuelven a casa y allí las espera su murciélago mascota un poco nervioso:
- Rápido Piruleta, van a dar las doce.
- Voy, ya tenemos el diente del niño.
Deshacen el conjuro. Dos días después es Halloween.
Hacen una gran fiesta, había monstruos, demonios, ogros, esqueletos, vampiros y un millón de millones de brujas. Se lo pasaron bomba.
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