Autora: Marta Castillo
Una tarde tranquila de agosto, Lola salió a comprar. Cuando volvió a su casa, notó frío y se asustó porque en agosto hacía mucha calor. Miró el termómetro y estaba a 10ºC. Lola cuando lo vió por poquito se desmaya. Vivía sola en un campo a 5 Km de la ciudad y no sabía a quién acudir.
De repente apareció una sombra y Lola se asustó más, también vió un fantasma y empezó a ver muchas cosas: gente muerta, zombis... Salió corriendo pero ni así dejaba de ver cosas. Pensó que eran sus amigas que siempre le daban sustos.
Lola se paró, miró hacia atrás, no había nada y se tranquilizó. Empezó a oir una voz que decía: "despierta dormilona, que es muy tarde". Esa voz era la misma que la de su hermana, se despertó y todo había sido un sueño.
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